No puedo beber agua, no me apetece beber agua, acabo el día sin terminar un vaso de agua. A pesar de su importancia vital, muchos de nosotros no bebemos agua a menos que tengamos sed. Afirmando que aproximadamente el 60% de nuestro cuerpo está formado por agua y que todas las células y órganos necesitan agua para funcionar correctamente, dijo: «Cada día, el cuerpo pierde agua a través del sudor, la orina e incluso la respiración. Para que las actividades vitales continúen, hay que reponer el agua perdida. Aunque las necesidades de agua del cuerpo varían según el peso y el estado de actividad de la persona, el consumo de agua por kilo debe ser de 30-40 ml. Si no se consume en absoluto, puede tener consecuencias fatales.
Veamos con qué nos encontraremos si bebemos menos agua de la que nuestro cuerpo necesita…
Disminuye la concentración
El cerebro está compuesto en un 75% de agua. Los niveles leves de deshidratación pueden provocar un deterioro del estado de ánimo y de las funciones cognitivas. Mientras que la concentración disminuye como consecuencia de la deshidratación, el rendimiento de funciones cognitivas como la memoria a corto plazo disminuye significativamente. Dado que la coordinación motora mano-ojo puede verse afectada, resulta difícil realizar trabajos delicados o detallados, y puede aparecer debilidad en la seguridad.
Aumenta la presión arterial
El 90% de la sangre está formado por agua. Dado que el volumen sanguíneo y la presión arterial se ven directamente afectados por el consumo de agua, en caso de consumo insuficiente de agua, el equilibrio de la presión arterial no puede ajustarse y puede provocar un aumento de la presión arterial.
Provoca asma y alergia
Cuando se reduce el consumo de agua, el organismo restringe las vías respiratorias para minimizar la pérdida de agua, lo que puede empeorar el asma y las alergias. El consumo adecuado de agua también es importante para garantizar que los microbios del organismo puedan ser expulsados en poco tiempo. Especialmente en casos como fiebre alta y diarrea, el consumo de agua es de vital importancia.
Provoca calambres musculares
La sudoración es un importante mecanismo de refrigeración del organismo. Ayuda a la piel a enfriarse. Por otro lado, al sudar perdemos sal y algunos minerales. Si las pérdidas de sudor no se compensan con la ingesta de líquidos, la temperatura corporal no puede regularse, y la presión sanguínea que llega a los músculos disminuye y pueden observarse calambres y contracciones musculares.
Altera el tracto gastrointestinal
El intestino necesita agua para funcionar correctamente. Si el consumo de agua es bajo, los problemas digestivos y el estreñimiento pueden convertirse en un problema. Un consumo insuficiente de agua puede provocar una acidez estomacal excesiva, lo que hace más frecuente el ardor de estómago y puede favorecer la aparición de úlceras estomacales.
Puede provocar dolores de cabeza
Aunque la sed también puede provocar dolores de cabeza, algunos estudios observacionales afirman que la sed puede prolongar la duración de las migrañas. Muchos de nosotros sufrimos dolores de cabeza durante el día. Lo atribuimos a causas como el estrés, la fatiga, el insomnio o la enfermedad. Sin embargo, si a menudo sufre dolores de cabeza durante el día y los incesantes dolores de cabeza se convierten en migrañas, la razón principal puede ser que no bebe agua.
Puede provocar insuficiencia renal
Los riñones necesitan agua para filtrar los desechos del torrente sanguíneo y excretarlos a través de la orina. Los riñones diluyen y excretan con agua las sustancias de desecho nocivas (como la urea, la creatinina o el ácido úrico) que se producen a diario en nuestro organismo. En las personas que beben menos líquido del que necesitan diariamente, es fácil que se produzcan inflamaciones de las vías urinarias y cálculos, ya que el flujo de orina será más lento. El consumo insuficiente de agua también puede provocar insuficiencia renal a largo plazo.
Provoca arrugas en la piel
Alrededor del 30% de nuestra piel está formada por agua. El agua es necesaria para mantener la humedad de la piel y proporcionar a sus células los nutrientes necesarios. Regenera el tejido cutáneo y aumenta su elasticidad. Esto ayuda a retrasar la aparición de signos de envejecimiento como las arrugas y las líneas de expresión. Cuando se consume menos agua, los trastornos cutáneos y las arrugas aparecen antes.
Provoca dolor articular
El cartílago de las articulaciones y los discos de la columna vertebral contiene aproximadamente un 80% de agua. Cuando el consumo de agua es suficiente, el cartílago funciona mejor y una columna vertebral bien lubricada puede moverse con más facilidad. Cuanto más lisa es la columna vertebral, menor es la fricción. Cuando la deshidratación aumenta, puede causar degeneración y daños, y provocar fuertes dolores.
¡No olvides beber agua! Por ejemplo, ahora mismo…