La primavera ha llegado, el invierno ha terminado, las flores han florecido, la naturaleza ha dejado su mal humor y ha empezado a embellecerse. Por desgracia, no es sólo la belleza que viene con la primavera, pero también trajo enfermedades con él. Pues bien, cómo mantenernos alejados de estas enfermedades primaverales, cómo pasarlas con el menor problema, en este artículo intentaremos ayudarte en todo lo que podamos sobre este tema.

Infecciones

Durante los meses de invierno, estuvimos expuestos a muchas enfermedades, sobre todo a la gripe y los resfriados. Con la llegada de la primavera, así como decimos «nos libramos de la gripe invernal», esta vez estamos expuestos a infecciones de las vías respiratorias altas y bajas causadas por otros virus como consecuencia del debilitamiento del sistema inmunitario debido a la variabilidad del tiempo.

Cómo protegerse: Lo primero que hay que hacer para protegerse de las infecciones es llevar una dieta sana y equilibrada y evitar el contacto con personas enfermas. Como la mayoría de las infecciones se transmiten por vía oral, lávese las manos con jabón tantas veces como sea necesario. Ventila regularmente tu entorno. Dado que el deporte y el aprovechamiento de los rayos solares son elementos importantes para protegerse de las enfermedades, camine a paso ligero durante media hora al menos 3 días a la semana. Dado que la vitamina C y la vitamina D son las que más refuerzan el sistema inmunitario, no dejes de aumentar la vitamina D con los rayos del sol, al tiempo que aprovechas las frutas y verduras frescas como fuente de vitamina C.

Alergia primaveral/Rinitis alérgica

La alergia primaveral es una enfermedad que afecta a la calidad de vida. Quejas como ardor, lagrimeo y picor en los ojos sin fiebre deben hacer pensar en una alergia primaveral. Estas molestias pueden afectar al éxito escolar de los niños o al rendimiento de los adultos durante el día. Dado que esta situación también afecta al funcionamiento de las vías respiratorias superiores, las personas con constitución alérgica sufren sinusitis e infecciones de oído con más frecuencia que el resto de la población.

Cómo protegerse: Es importante que las personas con alergia primaveral se mantengan alejadas de los lugares donde los árboles y las flores son densos. Puede ser útil retirar de casa los objetos que acumulan polvo, como alfombras y moquetas, y realizar limpiezas frecuentes. La medicación o vacunación antialérgica se utiliza en los pacientes adecuados. Es muy importante no descuidar el tratamiento para evitar que la enfermedad se convierta en asma.

Asma

Con la primavera, el polen provoca molestias como estornudos, secreción nasal, resfriados y dificultad respiratoria en las personas alérgicas.

Cómo protegerse:Los pacientes asmáticos corren el riesgo de sufrir ataques frecuentes en los meses de primavera, por lo que puede ser necesario reorganizar el tratamiento farmacológico en estos pacientes. Como medida de precaución, hay que procurar no salir a la calle en las horas de la mañana, mantener las ventanas cerradas y dejar la ventilación de la casa para las últimas horas, cuando el polen disminuye. Conviene recordar que, al volver a casa por la noche, hay que cambiarse de ropa y ducharse.

Enfermedades gastrointestinales

Las enfermedades del sistema gastrointestinal, especialmente las gastritis y las afecciones por reflujo, aumentan con la estación primaveral. En este periodo también son frecuentes los casos de diarrea debidos a algunos virus. También pueden producirse irregularidades intestinales con el estrés y los cambios de alimentación.

Cómo protegerse: También se pueden reducir las molestias gastrointestinales con una dieta cuidadosa. Es importante beber mucha agua, lavar las verduras y frutas con abundante agua y no consumir verduras y hortalizas crudas en el exterior donde no se esté seguro de que están bien limpias.

Fatiga primaveral

Con la primavera son frecuentes molestias como debilidad, fatiga, somnolencia y dolores articulares. Junto con los cambios en los sistemas hormonales y el metabolismo, también se ve afectada la estructura mental de la persona. Se espera que los cambios en la naturaleza, como la luz, el calor y el color, tengan un efecto positivo, pero los efectos negativos son inevitables cuando no se consigue la adaptación. Pero se puede resistir a la fatiga primaveral con algunas precauciones. Si no desaparece a pesar de estas medidas, conviene acudir a un especialista, ya que puede haber otra causa subyacente.

Formas de prevención: Para prevenir la fatiga primaveral, es especialmente importante consumir de 2 a 3 litros de agua y una dieta equilibrada que contenga suficientes vitaminas, minerales y antioxidantes. Durante este periodo, hay que hacer ejercicio con regularidad, como caminar, correr y nadar, y prestar atención al sueño adecuado, los intervalos de trabajo/descanso y los cambios de temperatura. Hay que evitar el tabaco, la cafeína y el alcohol.

Le deseamos una primavera hermosa, agradable y saludable. Cuídese para encontrarnos en nuestro próximo artículo. 😇

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