A medida que envejecemos, nuestro índice de desarrollo de algunas enfermedades aumenta debido a la ralentización de nuestra actividad mental. Sin embargo, es posible tomar algunas medidas para prevenir esta situación. Especialmente los estudios científicos realizados en los últimos años nos ayudan mucho.
Para ello es muy importante el factor equilibrio, indispensable para una vida sana. Alimentación equilibrada, patrones de sueño equilibrados, en definitiva, podemos decir que una vida equilibrada es la fórmula que buscamos. Hacer deporte también es indispensable para llevar una vida equilibrada. Para que nuestra salud mental sea más sana, sin duda debemos incluir movimientos físicos en nuestras vidas. Del mismo modo, debemos mantener nuestra mente en forma con actividades que la mantengan ocupada. En este artículo hemos recopilado algunas de las cosas que puedes hacer para tener una mente sana. De ti depende elegir las que más te convengan y ¡tener una mente más sana!
Por una mente sana;
Presta atención a lo que comes: Hay dos sustancias importantes que han demostrado científicamente que prolongan la vida:
- Comer menos (restricción calórica)
- Movimiento (ejercicio)
Estos dos factores son importantes para nuestra salud mental.
He Aquí una Lista de Cosas que Hacer por la Salud Mental:
- Sentir mucha hambre una vez al día. Si se ingieren alimentos sin tener sensación de hambre, la hormona grelina no es segregada suficientemente por el estómago. Esta hormona sólo se segrega en casos de hambre completa y entre sus efectos más importantes se encuentran el aumento de la secreción de la hormona del crecimiento (vigorizando el organismo) y la contribución positiva al funcionamiento de áreas del cerebro, especialmente las relacionadas con la memoria.
- Ocasionalmente ayunar con ciertos alimentos. Los ayunos de carne y azúcar son especialmente útiles. Comer alimentos similares todo el tiempo también es una «rutina» y debe evitarse. Además, la inanición y la evitación de ciertos alimentos durante un cierto periodo de tiempo facilitan la desintoxicación y regeneración del tejido cerebral.
- Aprende una palabra nueva cada día. Toda contribución al vocabulario tiene un efecto positivo en la salud mental al afectar directamente a los procesos cognitivos.
- Cansarse al menos una vez al día, lo suficiente para sudar un poco. El movimiento mejora la circulación sanguínea cerebral y ayuda a regular la actividad mental. Además, moverse lo suficiente para sudar regula todo el metabolismo y aumenta el nivel de muchas hormonas beneficiosas para el cerebro.
- Aprenda la etimología de tres o cuatro palabras cada semana. Aprender el significado de las palabras junto con su origen aumenta la capacidad y la calidad de las áreas de percepción del lenguaje y, por tanto, las funciones intelectuales del cerebro.
- Aprende una nueva habilidad motriz una o dos veces al año. Las nuevas habilidades motrices, como aprender a tocar un instrumento o practicar un nuevo deporte, amplían el cerebro al permitirle producir nuevas células y nuevas conexiones.
- Intenta generar preguntas sobre temas desconocidos (las respuestas no son importantes).
- Interésate al menos por una rama del arte. Cualquier tipo de actividad en campos artísticos activa los sistemas holísticos de percepción y producción del cerebro y garantiza que todo el sistema mental funcione en armonía.
- Aumentar la frecuencia de uso del bolígrafo y el papel. Al dejar de utilizar el lápiz y el papel en la era digital, nos vemos privados de habilidades muy importantes y sutiles como la escritura y el dibujo. A menos que no se utilicen estas habilidades, que tienen asignadas áreas bastante grandes en el cerebro, puede comenzar el deterioro estructural y la degeneración en las áreas pertinentes.
- Evita las rutinas. Por muy complejo que sea nuestro cerebro, no se esfuerza al realizar tareas rutinarias y no se beneficia de ello. Salir de la rutina estimula la conciencia y aumenta nuestro nivel de conocimiento. Es posible que haya oído que resolver rompecabezas como el Sudoku protege contra enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, pero esto no es del todo cierto. Por muy complejo mentalmente que sea un rompecabezas como el Sudoku, convertirse en rutina reduce el desarrollo del cerebro y su resistencia a enfermedades destructivas.
- Intente utilizar alternativas a las rutas que recorre a diario. Se ha demostrado que el uso de diferentes vías mejora estructuralmente el cerebro.
- Aprende a utilizar un mapa mental. Las técnicas de elaboración de mapas mentales para planificar y hacer fluir el pensamiento son muy útiles para las funciones cognitivas. En Internet hay muchos programas informáticos relacionados.
- Date un paseo antes de tomar decisiones serias. El ejercicio ligero puede regular la circulación y el metabolismo del cerebro, permitiéndole pensar y tomar decisiones de forma más saludable.
- Ama todo lo que puedas amar e intenta mantener cerca de ti a tus seres queridos. El sentimiento amoroso desencadena una serie de cambios en el cerebro que tienen efectos muy positivos.
- Preste atención a los millones de detalles y conexiones que pueden maravillarle en los acontecimientos cotidianos, y tome notas si es necesario. Te sorprenderá lo que puedes ver y la velocidad a la que se abre tu percepción. La fotografía es un buen comienzo.
- Cuestiona constantemente el equilibrio entre lo que crees y lo que haces. Una vida personal contraria a tus creencias provoca conflictos internos, estrés y envejecimiento del cerebro. Por lo tanto, esfuérzate por aparecer como eres o por ser como aparentas.
- Una vez a la semana, ¡intenta dudar de «algo que sepas con certeza»! Este es un buen ejercicio para mostrarnos lo poco que «sabemos», especialmente sobre cosas que creemos saber con certeza, y para ser más cuidadosos con nuestras opiniones. También puede ser muy entretenido e instructivo.
- Durante periodos de 30 días, desarrolle hábitos sencillos que pueda repetir cada día. Una rutina de 30 días, como ahorrar 50 céntimos al día o repetir un determinado movimiento cada mañana, puede convertirse en un hábito permanente y darte la oportunidad de dar a tu mente y a tu cuerpo las «pinceladas adecuadas» para cambiar en la dirección que deseas.
- Sonríete en el espejo siempre que tengas ocasión e intenta hacerlo con sinceridad. Como el cerebro controla los movimientos del cuerpo, éstos también retroalimentan al cerebro y el alma utiliza esta retroalimentación.
Tiene efectos increíbles sobre nuestro estado de ánimo y nuestro ritmo cerebral. Si te miras al espejo y sonríes, tu cerebro lo toma como una señal de felicidad y activa los circuitos que te hacen feliz. Incluso sonreírse a uno mismo es un ejercicio que tiene el mismo efecto. ¡Realmente te vuelves más feliz! - Da las gracias siempre que tengas ocasión. Los sentimientos de gratitud regulan el estado mental y dan tranquilidad.
- Céntrate en las cosas que te hacen feliz en lugar de en las que te preocupan, especialmente en las redes sociales y las noticias. Se sabe que las noticias estresantes activan las reacciones de estrés en el cerebro y, a largo plazo, alteran toda la fisiología corporal y allanan el camino a muchas enfermedades como la hipertensión.
- Haz actividades de planificación del tiempo aunque no las sigas. La planificación del tiempo amplía la percepción que nuestra mente tiene del tiempo y nos permite ser más eficientes en nuestro trabajo.
- Preste mucha atención a su sueño. El sueño es para el cerebro, no para el cuerpo, y un sueño adecuado a tus ciclos biológicos es uno de los factores más importantes que afectan a tu trabajo mental. Dormir demasiado es tan desfavorable mentalmente como dormir poco. Recuerda que tu sueño nocturno depende directamente de lo que comes y de la cantidad de movimiento que realizas durante el día.
- Evite el uso innecesario de productos químicos. Todos los compuestos a base de hierbas o sintéticos que se afirma que aumentan la potencia mental son cosas que deben evitarse para un funcionamiento mental saludable. Porque nuestra mente y nuestro cerebro sólo pueden funcionar a un nivel «óptimo» cuando son naturales y están sanos. Cualquier otro intento será perjudicial para nuestra salud cerebral a largo plazo.
- Café; menos es más. Hay pruebas que sugieren que una taza de café al día a partir de la edad adulta temprana puede afectar positivamente a las funciones cognitivas y desempeñar un papel protector frente a determinados trastornos a largo plazo. Sin embargo, demasiado café, y especialmente su principio activo, la cafeína, no sólo cansa todo el cuerpo, sino que también tiene efectos perjudiciales sobre el cerebro y la mente.
- Aprende técnicas de relajación. Especialmente el estrés de la vida en la ciudad es una de las peores cosas que afectan a nuestro cerebro. Es muy importante aprender y aplicar diariamente de forma rutinaria métodos de relajación adecuados para descargar los efectos negativos de este estrés en el organismo. Tanto en nuestra vida cotidiana como en los descubrimientos científicos podemos observar los innumerables beneficios de dedicar un breve periodo de tiempo a «calmarnos».